viernes, 26 de mayo de 2017

UNA NUEVA GUERRA CIVIL



Primero fue  el 11-S, más tarde el 11-M
Ahora Manchester, ayer fue Bataclan.
Miles de muertos, sin discernir religión ni género
o clase social; solo unidos por el odio que los
iguala ante sus verdugos.

Que locura impulsa a un niño a desmembrar
a otros niños?
Cómo parar esta marea interminable?

Es una nueva guerra, con nuevos soldados:
unos mueren y matan, mientras otros tiemblan y lloran.

Dispararemos flores contra balas?
Un minuto de silencio y lazos de papel en la solapa?
O quizás ya la resignación y la costumbre
conteste la ignominia con silencio?

La pregunta es: que hubiera pasado
si en Bataclan, miles de personas se hubieran
defendido contra los tres terroristas?:
seguramente se hubiera detenido la matanza.

Sería capaz nuestra juventud
de enfrentarse a otro Hitler?

Políticos complacientes dirán
que son casos aislados, que es una excepción.
Pero todo ya ha ocurrido.
Siempre la muerte fue amparada por algún dios
o algún caudillo.
Siempre los pueblos invadieron a otros pueblos:
por hambre, por ambición,
o, porque otros pueblos los maltrataban a ellos.

En otros tiempos defendíamos nuestro honor,
nación y familia, con un puñal entre los dientes.
Ahora ni siquiera sabemos quién es el enemigo.
Solo sabemos que puede ser cualquier vecino
y que sabe morir y matar sin un solo pestañeo.

Vivimos en una civilización compleja,
que hunde sus raíces en la Biblia y el Talmud
y emparenta con el Corán,
que florece en la Iglesia medieval y el Renacimiento,
que establece los derechos
y libertades del hombre
con la Revolución Francesa y la Ilustración.
Todo está ya  en entredicho
si no somos capaces de defenderlo.

Estamos en una nueva coyuntura para nosotros,
pero vieja para el Mundo.

Los godos, presionados por Atila,
se refugiaron en el Imperio Romano.
Enseguida comprobaron
que Roma no era un paraíso;
sus gobernantes eran débiles y corruptos,
y no había comida y riqueza para todos.
A los dos años esos godos mataron
al emperador Valente y aniquilaron su ejército.
Y al final los nietos de esos godos
liquidaron el imperio.

No se puede parar la historia,
pero si aprender de ella.

Ya no hay vuelta atrás, nada podrá ser ya lo que era.
Es una guerra civil y ellos tienen:
juventud, vigor, decisión y hambre.
Y nosotros, dinero y poco más.
y ya  hemos aprendido de la historia
que las guerras no se ganan con dinero.

Miremos a nuestros hijos a los ojos
y expliquémosles que mundo les dejamos,
aunque solo sea para lo que venga
no les coja de sorpresa.

Hernán 26/05/17









No hay comentarios: